Se acababan.Aquellos alucinantes días llegaban a su fin.Bostezó,había ido casi todo el viaje medio dormida,entre soñando despierta y durmiendo de verdad.Nadie sabía lo rápido que iba su cabeza,los momentos o ilusiones cobraban vida ahí dentro,todo parecía tan real que casi lo podía tocar,en cualquier lugar,cualquier situación posible se hacía realidad para ella cuando lo deseaba.
Aparcó y ella se bajó,abrió el maletero y cogió todo lo que podía llevar,no era muy fuerte,pero tampoco de porcelana.Cuando cerró la puerta de atrás él arrancó y se dirigió a su plaza de garaje .Ella subió por las escaleras,abrió lentamente la puerta y entró a su casa,a su hogar ,tan caliente,tan acogedor,le gustaba tanto poder compartirlo con él.
Se dirigió a la estantería y colocó una nueva postal traída de Bruselas.Un álbum de fotos cayó a sus pies.Era azul,de terciopelo ya gastado.Sabía perfectamente lo que había en su interior,como para olvidarlo.Lo abrió con cuidado ,lo puso encima de la mesa y fue pasando las hojas,una a una,lenta y dolorosamente .En cada foto parecían un poco más mayores y más locos,siempre ellos dos,intocables.
No quería recordar y a la vez ,no podía cerrar el álbum ,quería volver a vivir cada momento junto a él.Pero no era posible,él ya no estaba y ella había empezado una nueva vida lejos,muy lejos de aquel muchacho que la había hecho sonreír incontables veces.Poco a poco las lágrimas fueron deslizándose por su cara,como si quisieran recorrer y explorar todo su cuerpo.
Así la encontró él cuando llegó minutos después,la observó,pasó a su lado,cerró el álbum y lo colocó en su sitio.Después la abrazó,le dio un beso en la frente y suavemente susurró:
-Perdóname si no he sabido tratarte como él lo hizo,volveré a enamorarte.
Y dicho esto se marchó,aparentemente para no volver.
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