Cada noche,antes de salir allí,ponerme delante de todos y demostrar que no soy tan fácil de derrotar,me prometo una y mil veces que me lo voy a dejar absolutamente todo,como siempre porque es lo que me pide el cuerpo y no sé hacer otra cosa.Porque si no doy lo mejor de mí misma me siento enfadada conmigo misma,sabiendo que no puedo recuperar el tiempo perdido mirando hacia atrás.Es eso:el tiempo y yo.Mi único objetivo:superarme.Mi único rival:esos 3,57 minutos.
Tengo que hacerlo,sé que puedo.porque todas esas gotas de sudor en los entrenamientos sirvieron para algo.Tengo que demostrar que la única clave del éxito es perseverar,seguir adelante cuando los demás ya se han parado.
Hoy,es una noche más,mañana quizás haga calor,puede que llueva y yo me voy a dejar hasta la piel si hace falta.
La mente se queda en blanco y allí empieza la lucha,siendo el tiempo tu único rival y el único juez tú mismo.
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