miércoles, 18 de abril de 2012

Si la distancia es el olvido, haré puentes con tus abrazos.

Tirada en aquel sucio portal cualquiera podría pensar que era una muerta de hanbre y de frío.Aunque el invierno estaba llegando a su fin,dentro de los bolsillos mis manos estaban completamente rígidas y los labios ya no tenían ese precioso color rojo carmín si no que empezaban a tener un pobre morado.Llevaba puesta esa cazadora de cuero negra,la que está en mi armario casi desde que tengo uso de razón,la misma que huele a ti,con la que perdí el control y la que me tapó aquella noche de otoño durmiendo en el parque.
Casi había perdido toda esperanza de que apareciera porque mis ojos se caían solos sin que yo lo pudiera evitar,pero a la vez mi cabeza decía ¨sé que puedo confiar en ella¨.


Momentos después el humo que sale de su boca ma ahoga,lo odio y lo sabe,odio que se perjudique a sí misma y el olor a tabaco barato es totalmente repugnante.Pero eso es sólo parte del precio que debo pagar porque esté ahora mismo a mi lado,porque me escuche y me entienda.No me harías falta ni siquiera una lista de pros y contras,preferiría mil veces aquel olor,el desgarro que conlleva a una sola noche sin ti.Así funciona esto:nada que no es todo es realmente suficiente,por eso seguimos aquí,inventándonos nuestra pequeña obra de teatro que no necesita ensayos ni prólogo.

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